Ahorrar para emprender

 1. ¿Debo ahorrar para emprender? Sí, claro, por supuesto. A menos que dispongas de otra fuente lícita de ingresos, proveniente del resultado de otro negocio, de un socio inversionista, herencia, familia, préstamo de una institución financiera (como un banco), o del prestamista del barrio, etc. Si ninguno de estos últimos casos es el tuyo, yo no vislumbro cómo podrías emprender un negocio - cualquiera que él sea y cualquiera sea su dimensión -, sin tener ahorros mínimos para invertir inicialmente en el objeto de tu emprendimiento y cubrir sus gastos durante un tiempo, hasta que él comience a "rendir sus frutos", a generar ingresos. Además, debes contar con ahorros para pagar los gastos de tu subsistencia.

2. ¿Cuánto deberé ahorrar para emprender? Dependerá obviamente del emprendimiento que desees llevar adelante. No es lo mismo comenzar a ser constructor de viviendas, por ejemplo, que acometer la oferta de venta de productos físicos o servicios por internet. En ambos casos, además de tener ahorros acumulados para pagar los gastos imprescindibles de tu vida, necesitarás disponer de sumas de dinero, mayores en el primer caso que en los segundos, a menos que ofrezcas vender artículos de lujo, como vehículos, o cualquier otro producto que represente invertir una cantidad importante de dinero para ofrecer su venta en internet.  Tal vez la oferta de venta de servicios por internet, como trabajador independiente o por cuenta propia (freelance), conlleve menos gastos, cuyo monto estará determinado por el tamaño del negocio que desees emprender.

3. ¿Cómo debo hacer para ahorrar? La respuesta a esta pregunta se entrecruza con la economía y la psicología. Con la economía, porque originalmente esta palabra proviene del griego antiguo: oikos y noumos, que significan respectivamente casa y normas, es decir, normas de la casa. Y con la psicología, porque la palabra clave del ahorro es la constancia, que es, como todos sabemos, una cualidad del ánimo, una actitud o condición de la psiquis, íntimamente relacionada con la mente. En otras palabras, para ahorrar: i) debo tener como norma un ingreso que me permita hacerlo, ii) que ese ingreso sea en cantidad suficiente para cubrir los gastos necesarios de la casa más un plus y iii) que esa cantidad adicional de ingreso no la haya gastado, y haya tenido la constancia de ahorrarla. 

Felizmente, y aunque parezca paradójico, la pandemia nos ha permitido comprender los efectos negativos del consumismo para nuestros ingresos y los efectos positivos del consumo responsable para nuestros ahorros.

Si deseas saber más sobre finanzas y emprendimiento, hazte seguidor y coméntanos tu interés. 
    

 

    

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Contenido bajo Licencia Creative Commoms